sábado, 14 de abril de 2012

Deprisa.

Los títeres sin alma llaman
a la maldad, la soledad
grita angustiada, su desesperación
es incontrolable, no existe paz, la
presión de las masas nos obliga  
actuar, los amaneceres oscuros y 
los corazones, de latir frió mueren lentamente.
Es como si ensartaran una aguja
muy fina y cada latir es un gemido
de dolor, angustia y desesperación, 
de pulsos temblorosos y pésima caligrafía.
Esa voz no desea el bien pero la voluntad es 
no hacer el mal.

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