Los títeres sin alma llaman
a la maldad, la soledad
grita angustiada, su desesperación
es incontrolable, no existe paz, la
presión de las masas nos obliga
actuar, los amaneceres oscuros y
los corazones, de latir frió mueren lentamente.
Es como si ensartaran una aguja
muy fina y cada latir es un gemido
de dolor, angustia y desesperación,
de pulsos temblorosos y pésima caligrafía.
Esa voz no desea el bien pero la voluntad es
no hacer el mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario